Cerca de las 15:30 horas del sábado 10 de enero, en plena carretera internacional, el conjunto folklórico Sambos Caporales y la Diablada Ferroviaria, se enfrentaron al clima hostil de Pisiga, bailando contra un viento casi huracanado, para demostrar la cultura boliviana y la belleza que encierra el Carnaval de Oruro, en el primer día del Rally Dakar en Bolivia.
Los organizadores de la bienvenida a los corredores determinaron una fiesta de confraternización a partir de esa hora, pero el clima no fue el óptimo, puesto que la diablada y el caporal tuvieron que actuar entre viento y tierra, pero aquello no mermó la alegría que demuestra en danzante orureño.
Si bien se determinó abrir el tráfico vehicular a partir de esa hora, los camiones tuvieron que detenerse, porque conductores y pasajeros apreciaran la cultura boliviana, al ritmo singular de la Banda Bolívar de Oruro.
Se anunció continuar con la confraternización, pero el mal tiempo hizo que muchos corrieran a protegerse, porque una lluvia intensa también cayó en el punto fronterizo, lo que apagó de alguna forma las ganas de festejar de los ocasionales visitantes y los lugareños.
Los responsables de la Secretaría de Cultura y Turismo del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru), tuvieron que reprogramar todo el festejo y anunciar que el domingo se tendrá la fiesta cuando las motocicletas y cuadras, estarán ingresando por segunda oportunidad a territorio boliviano.
En la oportunidad se contó con la presencia del Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, se esperaba el domingo la llegada del Presidente Evo Morales, que al final no se dio.