La Entrada del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, es en la única que se presenta la Fraternidad Kallawayas Bolivia, un grupo integrado en su mayoría por jóvenes que representan la labor que realizan los médicos herbolarios.
Los Kallawayas hicieron su paso tanto el Sábado de Peregrinación como el Domingo de Carnaval, por la ruta de aproximadamente cuatro kilómetros, hasta el Santuario de la Virgen del Socavón, pues bailan en su honor.
Sus trajes característicos, acompañados de paraguas multicolores, y su ágil coreografía, permitieron que la gente recree su vista, al son de la música interpretada por los instrumentos de bronce.
Ya al ingreso de su cargamento se podía distinguir que se trataba de los kallawayas, incluso antes de verlos, pues la imagen de la Virgen del Socavón, estaba ornamentada con un paraguas, que antes era una llant’ucha, hecha de una estructura de madera y una tela.
Uno de los danzarines, figura del conjunto, es el único que lleva la original llant’ucha que, otrora, acompañaba a los médicos naturistas, en sus largas caminatas.
Su vestimenta tradicional con ponchos polícromos, abarcas, pantalones blancos y negros, faldas ornamentadas con vivos colores, destacándose el verde, el lila y el rojo y naranja.
Esta danza tiene su origen en la sana pugna entre dos poblaciones rivales del departamento de La Paz: Charasani contra Chuma.
Los kallawayas de Charazani, denigraban a sus pares de Chuma y los llamaban "pico verdes", porque masticaban hojas de coca y, los de Chuma los calificaban como turistas provincianos, es por eso que en Chuma se baila esta danza desde finales del siglo XIX, como sátira al turista arqueólogo y al herbolario viajero kallawaya.