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Inigualable Corso de Carnaval

Fue inigualable la fiesta que se vivió el Domingo de Corso del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, que mostró otra de sus facetas con alegría, colorido, folklore, lujo, belleza, música y emoción.

A diferencia de lo que pasa durante la Entrada del Sábado de Peregrinación que es por fe y devoción a la Virgen del Socavón, el Domingo de Corso del Carnaval tiene sus propios matices que se ponen de manifiesto desde el inicio.

De acuerdo a la tradición, los danzarines, principalmente en las diabladas, eligen a un padrino para el adornado de caretas con globos, serpentina y mixtura, lo que se conoce en el Carnaval de Oruro con el nombre de tik’ancha. En otras instituciones folklóricas, los pasantes o el directorio, se encargan de adornar con serpentina y mixtura a los danzantes, como una forma de confraternización y celebración.

La música que se interpreta es variada, es decir, que los conjuntos de diablada, cambiaron las diabladas por los huayños, mecapaqueñas o kacharpayas, ritmos más alegres que contagiaron al público. La Morenada Central Oruro fundada por la Comunidad Cocani entró en algunos tramos con el "Pisa pisa", una especie de huayño.

Asimismo, en el descanso de los conjuntos folklóricos, se interpretaron cuecas a lo largo de la ruta. Una de las canciones más escuchadas fue "Viva Mi Patria Bolivia" de Apolinar Camacho.

PRESENTACIÓN

La presentación de los conjuntos en el Domingo de Corso del Carnaval comenzó a las 08:00 horas encabezada por la Diablada Ferroviaria. La ruta se inició en las calles Aroma y Potosí y terminó en la plaza Argentina. Cada conjunto folklórico conquistó al público con su danza, que a su vez retribuyó el esfuerzo de los danzarines con aplausos y ovaciones.

Durante la mañana hasta un poco después del mediodía primó un buen tiempo, con sol y cielo parcialmente despejado; sin embargo, a las 15:00 horas aproximadamente cayó en la ciudad una torrencial lluvia y una intensa granizada que se extendió por varios minutos.

Pese a esa situación no se interrumpió la entrada y los danzarines bailaron con mayor entusiasmo ante la admiración de propios y extraños. El mal tiempo no fue óbice para el normal desarrollo de la maravillosa presentación.

La Plaza 10 de Febrero fue testigo del desborde de alegría y algarabía que había en el público, hecho que se puso de manifiesto, por ejemplo, cuando ingresó la Diablura Chilena Sogalbe, que hizo mofa de manifestaciones similares al Carnaval de Oruro, copiadas por otros países como Perú y Chile.

Se vivieron momentos inenarrables y todos corearon a voz en cuello el nombre de "Bolivia", por el mensaje que transmitieron los integrantes de Sogalbe, quienes como de costumbre se disfrazaron de todo tipo de personajes.

Algunos conjuntos folklóricos como los Caporales CBN, dejaron grandes espacios de bloque a bloque, hecho que fue controlado por los miembros de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO).

En las graderías había una fiesta total con los espectadores que disfrutaron en todo momento de otra faceta del Carnaval de Oruro y en la ruta del Carnaval el entusiasmo que vivieron los danzarines era contagioso.
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